lunes, 17 de junio de 2013

PIRULETAS DE PARMESANO

Este fin de semana pasado tuvimos una celebración especial en la familia: la pedida de la hermana de Rafa. Y nuestra pequeña aportación a la cena fueron PIRULETAS DE PARMESANO.


Sinceramente, tenía muchas ganas de hacerlas. Aunque hace ya cuatro o cinco años que hice mi primera incursión con el queso rallado horneado (unas chips de queso Idiazábal que salieron riquísimas), la aventura de ponerles un palito y que al ponerlas derechas no se caigan....

Pero mejor os cuento paso a paso cómo me ha ido.

Lo primero los ingredientes:


Con 250 gr. de queso salen una 20 piruletas.

Una de mis recomendaciones es rallar el queso en casa, ya que el que se vende rallado ha perdido volumen y es menos esponjoso.


Sobre la bandeja de horno, ponemos una hoja de papel vegetal especial para hornear. 


Colocamos un aro de cocina y vertemos el queso rallado con una cuchara. Para que quede bien extendido, yo he utilizado un pincel de silicona.


Levantamos el aro y colocamos un palito. Presionamos con suavidad y ponemos un pellizco de queso sobre la parte del palo que queda dentro de nuestra piruleta.


Hacemos lo mismo varias veces. A mi me han cabido tres en la parte superior y dos en la inferior, colocadas cabeza abajo...


Introducimos la bandeja en el horno con mucho cuidado, para no deshacer la forma de las piruletas.


El horno habrá estado precalentándose, a unos 200ºC.

Horneamos a unos 180ºC, durante 5 minutos.

Las sacamos cuando el queso esté totalmente derretido e hirviendo (al hacer burbujas es cuando se forman los "agujeritos" que le dan ese aspecto final a la piruleta). También conviene que suban un pelín el tono, ya que así quedarán más crujientes.


Ahora, con cuidado para no quemarnos, sacamos el papel de horno con las piruletas derretidas para ponerlo sobre una superficie fría. De este forma comenzarán a solidificarse para, pasados unos minutos, despegarlas y ponerlas de pie.



Aunque se trata de una receta muy sencilla, hay que estar muy pendiente de varias cosillas:

1) El papel de horno que mejor va es el vegetal. Yo utilicé éste y otro que tengo como encerado. En el encerado, la tercera hornada salió más floja. Y es que al derretirse este queso suelta mucha grasa, y el papel vegetal la absorbe  mejor. Tampoco está de más pasarle una hoja de papel de cocina para quitar el exceso de grasa (al papel vegetal; con el otro, ni esto me funcionó...)

2) El tiempo de horneado depende del horno, de la bandeja de hornear (yo utilicé dos y en una tardaban un minuto menos en hacerse...) y, por supuesto, del grosor de las piruletas. Así que los 5 minutos son orientativos, aunque hay que vigilar, que 10 segundos de más y nos podemos quedar sin aperitivo...

3) Al ponerlas de pie no lo hagáis directamente donde las vayáis a presentar o servir. El Parmesano es un queso muy graso, así que van a soltar grasa. Yo las coloqué en un corcho, sobre una servilleta que recogiese esta grasa.



4) Se mantienen hasta dos día crujientes dejándolas al aire.

Bueno, pues yo creo que esto es todo.

Animaos a hacerlas, que es muy sencillo y están riquísimas.

¡¡Besitos!!

jueves, 13 de junio de 2013

SALMOREJO CORDOBES (O TOMATES PARA PROTEGER LA PIEL)

Hoy jueves es el DIA EUROPEO DE LA PREVENCION DEL CANCER DE PIEL.

Así que, me apetecía hacer alguna receta de cocina que pudiese ayudar a proteger nuestra piel, y entre los muchos alimentos que pueden hacerlo, me encontré con uno rico en LICOPENO que ayudan a nuestra epidermis exactamente a luchar contra el cáncer... EL TOMATE.

Y lo demás, pues ya os imagináis... Siendo cordobesa, gustándome tanto las  texturas cremosas, y empezando a apretar el calor estos días, me pareció la mejor solución un buen SALMOREJO fresquito...


Los ingredientes son muy básicos:


Tomate. Los de la variedad pera suelen estar dulces y tener mucho jugo. Ante la duda, yo me decantaría por éstos. Eso sí, si tenéis la opción de un buen tomate de huerta... No hay color...


Pan. Hay muchos tipos de pan. En Córdoba hay uno que le va perfectamente a esta receta, que es el pan de telera. Tiene una miga muy fina y consistente, que le da una cremosidad... ¡¡Hmmm!!

Si no, puede quedar buenísimo con cualquier otro, tipo "de pueblo". Sobre todo, que no sea una miga muy abierta, por así decirlo (pan de barra, baguette, chapata..., mejor no).

¡Ah! El pan puede ser del día anterior.

Aceite de oliva virgen extra (va en crudo, así que cuanto más rico mejor).

Sal gorda. Al gusto.

Ajo. Yo utilizo medio diente de ajo, al que le he quitado la parte del centro para que sea más suave. Pero es como todo. Hay quien le pone dos dientes de ajo, ahí, a tope, porque le gusta el regustillo que deja...

Lo primero que hago es escaldar los tomates para pelarlos bien.

Es bien sencillo, pero por si alguien no lo ha hecho nunca, os lo explico.

Ponemos agua a hervir en una olla o cazo.

Hacemos un corte en forma de cruz en el tomate e introducimos en el agua hirviendo un minuto.

Sacamos, dejamos que enfríe un poco y retiramos la piel.

Mientras se atemperan los tomates para poderlos pelar, le quitamos la corteza al pan. Otra opción que he descubierto hoy, es que venden en algunas panaderías pan semi-cocido... Así, al no tener la parte de fuera tostada ni crujiente, nos podemos ahorrar esta parte (si no, reconozco que guardo parte de la corteza para la hora de servir el salmorejo, y así poder hacer unos cuantos barquitos-cucharas con ella... Pero esto es un vicio mío)

Hay quien humedece un poco el pan para que luego sea más fácil triturarlo. Un paso innecesario si el tomate es lo suficientemente jugoso.

Se parte el pan y se va dejando en un bol grande o ensaladera. 

Ahora, pelamos los tomates sobre este pan, y los abrimos y partimos sobre la miga, para que todo el jugo se quede donde se tiene que quedar.

De vez en cuando, movemos con una cuchara de madera, apretando bien para que la miga y el tomate se unan y así ver si hay que añadir más tomates o no.

Añadir un buen chorreón de aceite, un buen pellizco de sal, medio diente de ajo y un chorrito de vinagre si queremos.

Y con cuidado, empezamos a trabajar con la batidora.

Cuando esté a medio triturar conviene probarlo, para ver si necesita más sal o aceite. Se rectifica y seguimos con la batidora, hasta que obtengamos una crema uniforme.

Y eso es todo.

Bueno, todo no.

Lo mejor es tomarlo bien frío, y con unos taquitos de jamón serrano y pizquitos de huevo duro por encima.


Y después de ésto, sólo nos queda una buena siesta...

¡¡Besitos!!





Estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs 


lunes, 10 de junio de 2013

GELATINA DE ZUMO DE NARANJA

No sé a vosotros, pero a mi me da muchísima pena tirar comida. Sobre todo, por la cantidad de personas que pasan hambre cada día, y cada vez más cerca de nosotros...

Por eso invento cualquier cosa con tal de aprovechar las sobras o, como en este caso, lo que está a punto de caducar.

En casa, cuando llega la época en que van acabando las naranjas buenas (en Córdoba tenemos las de la zona de Palma del Río, que son dulces y muy jugosas), como ahora, de vez en cuando compramos zumo de naranja exprimido. Sí, de los que venden en los refrigerados del súper....

Al no llevar conservantes ni colorantes, hay que tomárselo en dos o tres días.

Si te pilla una semana más liada, que paras menos por casa, que se te olvida que has abierto el zumo.... Se echa a perder en un pis-pás.

El otro día nos pasó eso. Una pena, porque quedaba medio litro de zumo, todavía en fecha, pero tampoco era cuestión de ponerse una a bebérselo como loca... Así que había que reutilizarlo... Pero, ¿cómo?

Entonces me acordé de las hojas de gelatina que tengo en la despensa... Y pensé que de esta manera podía aguantar un par de días más...

Pues dicho y hecho.



A leer las instrucciones de uso de la gelatina, y a preparar la merienda fresquita de mañana...

Como veréis no tiene ningún misterio.

Sólo hay que medir la cantidad de zumo que tenemos para en base a ésta calcular la gelatina necesaria.



Ponemos en remojo las hojas de gelatina el tiempo que nos indique el paquete (unos 10 minutos).


Mientras, probamos el zumo para ver si hay que endulzarlo.

Vertemos el zumo en un cazo, para que se caliente (no hace falta que hierva).



Escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos al zumo.



Removemos bien, hasta que queden bien disueltas.

Vertemos el líquido en varios recipientes pequeños (o en un molde grande para compartir).



Dejamos que se atempere un poco para poderlo meter en el frigo.



Y pasadas unas dos horas ya tenemos nuestra gelatina de zumo de naranja.

Yo la he desmoldado para tomarla en plato, como véis...




Como es lógico, se puede utilizar cualquier zumo, envasado o casero. 

A excepción de la piña natural. Tiene una enzima, llamada bromelina, que evita que cuaje la gelatina. En este caso, basta con cocer la fruta para que dicha enzima quede inactiva o podemos utilizar agar-agar.

Ocurre los mismo con el kiwi (actinidina), la papaya (papaína) y los higos (ficina).

Espero que os animéis a hacerlo.

¡¡Besitos!!


Estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs 

martes, 4 de junio de 2013

TARTA TOMA TARTA - RETO COCINILLAS

Aunque este mes no me he apuntado a hacer el Reto Cocinillas (la "buttercream" me resulta pesadísima de sabor...), había pensado compartir con vosotros lo que han hecho el resto "Cocinillas" que sí se han atrevido...

Y al ver los resultados... Lo tengo que compartir definitivamente... ¡¡¡SON ESPECTACULARES!!!



Aquí tenéis la foto de presentación que ha hecho Isabella, de La rana de azúcar

No sé si me arrepiento o no de no haber hecho la tarta...

Por un lado, tienen todas una pinta buenísima y al ver las fotos, como una no es de piedra, me gustaría haberla probado (a pesar de la buttercream, y sobre todo, al ver que algunos han empleado ganaché, mucho mejor....)

Por otro lado, al ver lo espectacular que le ha quedado a todo el mundo... Bueno, en fin, no sé si habría quedado a la altura (tanta bolita y tan bien alineadas... ¡uff!)

En definitiva, se trata de una receta de Lorraine Pascale, nuestra chef del momento. 

El bizcocho es de chocolate.

El relleno, chocolate (en la receta original, buttercream)

La cobertura, chocolate (más buttercream)

La decoración (alrededor de toda la tarta) chocolate (maltesersTM)

CHOCOLATE + CHOCOLATE + CHOCOLATE + CHOCOLATE

Vamos, el sueño de cualquier adicto al chocolate...

Por si queréis animaros a hacer vuestra versión, o simplemente para disfrutar de la vista (en este caso, recomiendo no ver las fotos con el estómago vacío...), os pongo los blogs que han participado:



A partir de ahora comienza la votación para el reto de Junio.

Esta vez toca algo salado...

¿Qué será? Habrá que esperar para comprobarlo.

¡¡Besitos!!

martes, 28 de mayo de 2013

MERLUZA EN SALSA VERDE

Esta receta que os traigo hoy es de mi madre. En casa la llamábamos también  "Pescada de los viernes" porque mi madre solía hacerla ese día de la semana, aprovechando que eran los viernes (y los martes) cuando mejor pescado fresco había en las pescaderías...

Es muy fácil de hacer y está muy rica.


Además, la merluza es un pescado blanco con un contenido medio en vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B9 y B12) y en algunos minerales como potasio (necesario para un buen funcionamiento del sistema nervioso y de la actividad muscular), fósforo (para lo anterior, además de estar presente en huesos y dientes) y magnesio (para el buen funcionamiento de intestino, nervios y músculos). Por otro lado, el contenido graso y el aporte calórico son muy bajos.

Los ingredientes son los siguientes:


Picamos la cebolla y se pone en una cazuela con un poco de aceite de oliva virgen. Cuando empiece a dorar añadimos una cucharada de harina.


Le añadimos un vaso de caldo de pescado o agua, para que vaya tomando consistencia.


Remover cuando la salsa empiece a hervir.

Mientras, majar el diente de ajo con el perejil. Se le añade un poco de salsa, se mezcla bien y se vierte todo en la cazuela.


Removemos y añadimos las gambas.


Si le vais a echar un chorrito de vino del tipo Montilla-Moriles, como he hecho yo, éste es el momento...


Cuando las gambas tomen un poco de color, colocamos las piezas de merluza en la cazuela.


La salsa debe cubrirlos lo justo, ya que los medallones pueden soltar agua.

Se sazonan con un poco de pimienta negra molida, una pizca de sal y perejil picado.

Se le añaden los guisantes.


A partir de ahora se va meneando la cazuela de vez en cuando, para que se trabe la salsa, y en 15 minutos tendremos nuestro plato terminado y listo para servir.


Espero que os animéis a hacerlo.

¡¡Besitos!!


martes, 21 de mayo de 2013

DIY - TOCADO CON UNA CINTA DE FAYA DE LUNARES

A raíz de una escarpela que hice este invierno para adornar un sombrero que hice con Goma Eva (era un concurso de sombreros), me dieron ganas de hacer un tocado o algo a base de cinta para el pelo.

La ocasión se presentó rápidamente al decirme mi hermana que para la Feria de Mayo (de Córdoba) este año le iba a poner a mi sobrina un traje de gitana distinto al del año pasado. Del blanco con adornos celestes pasaba al blanco con bodoques rojos...

Así que en cuanto pude compré una preciosa cinta de faya roja con lunaritos blancos.

Era la primera vez que partía de una cinta simple, ya que la otra vez fue con cinta de la que venden ya plisada.

Así que, lo primero, rizarla. Y fue lo primero, primero, porque no caí en hacerle una foto a los materiales


Luego, tomamos un extremo y empezamos a girarlo sobre sí, haciendo pequeños pliegues que se van metiendo por debajo, y que vamos fijando con hilo y aguja.

Cuando llegamos al final, volvemos el extremo hacia adentro para que no se note el extremo suelto.


Sin embargo, en la parte del centro quedan a la vista las primeras puntadas que hemos dado para fijar la cinta. 

Para ocultarlas, he recurrido a una cinta lisa, más estrecha, y del mismo tono, a la que le he hecho dos nudos, una hacia cada sentido.


Fijamos los dos nudos con hilo, y dejamos el hilo (como podéis ver en la foto) para unirlo al centro de la flor.


Una vez que está terminada la flor, vamos a prepararla para sujetarla al pelo. Lo primero será utilizar una tela resistente a la que fijar una pinza o traba mediante pegamento caliente. Yo he utilizado un resto de fieltro rojo que tenía en casa.


Cortamos un círculo que se corresponda con el hueco que nos ha quedado al ir montando la flor.



Ahora, preparamos la pistola a la temperatura adecuada para que el pegamento quede bien.


Primero, pegamos la parte superior de la pinza al redondel de fieltro. Esperamos a que se seque, y entonces podemos pegar esta pieza a la parte posterior de la flor con la pistola.


Podéis ver en la foto que quedan restos de pegamento. Hay que esperar a que se seque el pegamento del todo para poderlo retirar y que el resultado final nos quede limpio.

Y aquí tenemos el resultado final.



Espero que os guste y que os animéis a haceros un tocado. Como veis es sencillo. Sólo necesitáis un poco de tiempo y ya está.

¡¡Besitos!!


Esta entrada participa en la FIESTA DE ENLACES, de Personalización de Blogs

sábado, 18 de mayo de 2013

LOMO A LA SAL

Vuelvo a publicar esta entrada (de febrero) que por los problemas técnicos había sido eliminada...

Últimamente estoy dándole a mi horno todavía más vidilla de lo habitual. Pero es que me encanta cómo queda todo bien asado.

Es rara la semana que no pongo algún pescado al horno. Y de vez en cuando unas chuletitas de cordero, que aunque están muy buenas a la plancha, sobre unas rodajitas de patata y cebolla... ¡¡¡¡Hmmmm!!!!

Los que me habéis seguido habréis visto el jamón asado que publiqué aquí.

En esta ocasión vuelve a ser carne: lomo (de cerdo) a la sal.

Es muy sencillo, además de económico, porque se puede utilizar un lomo de cerdo blanco congelado....

Bueno, pues, adelante con la receta.....


Como podeis ver, yo además lo hago con especias. Aquí manda el gusto de cada uno. Romero y tomillo le pongo bastantito, así como perejil, pero algo menos de orégano y pimienta.

Mezclamos las hierbas en un cuenco en gran cantidad.

Si queréis un sabor más intenso, se le pueden hacer unos cortes a la carne para que le penetre más el aroma de las hierbas.

En esta ocasión, por ejemplo, no tenía mostaza, pero si queréis, antes de extender las hierbas por la superficie del lomo, éste se puede untar con una poca. Lo ideal es mostaza antigua, pero la dulce (la habitual del bote amarillo) le puede valer casi igual. Si no, se extiende un poco de aceite de oliva por toda la superficie.

Y a repartir la mezcla con generosidad por toda la carne.

En la fuente que vayáis a hornear, extended una cama de sal especial para hornear, colocad el lomo encima, y cubrid con más sal.


Y ahora al horno. Normalmente, es una media hora por kilo de carne, a 180ºC ó 200ºC.

Cuando esté, la sal se habrá secado y despegado del lomo.



Cuando se haya enfriado, se le puede quitar la sal (se despega muy bien).

Y podemos pasar a cortarlo en rodajas, y a comérnoslo.




Como guarnición, desde unas patatas a lo pobre (que se pueden hacer aprovechando el horno en otra fuente), a una ensalada con una salsa algo más especial, o unas cebollitas confitadas.

Y os dejo, que es la hora de comer y tanto hablar de comida está teniendo sus efectos....

¡Buen fin de semana!

¡¡¡Besitos!!!
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