PAN CASERO DE IKEA

Siempre que vamos a IKEA, al terminar nos gusta echar un vistazo en la Tienda Sueca. A ver, el salmón, a mi me encanta, así que suele caer algo... Los rollos de canela también han caído alguna que otra vez, igual que la cebollita frita para preparar bocatas en casa... ¡Ah! Y las infusiones y los chocolates, que están hechos con ingredientes procedentes de agricultura ecológica....

Más o menos sabemos lo que hay y lo que vamos buscando...

Pero nunca me había fijado en el preparado de harinas y semillas que venden para hacer pan en casa...

Y yo soy aspirante a hacer pan... Aunque nunca me he puesto. Digamos que "me impone"... Desde esa tarde de verano hace siglos en que mi hermana y yo cogimos harina, agua y sal, hicimos una masa de aspecto dudoso, y nuestra madre tuvo el detalle de hornear (después de intentar explicarnos por activa y por pasiva que de ahí no iba a salir pan, debió ver que era lo más "rápido"...), pues no lo había vuelto a intentar... Y mira que tengo recetas de pan "fácil"...

Pero nada. Por supuesto, el pan que hicimos mi hermana y yo (bueno, eran panecillos con formas...) no se podía ni morder....

Pero cuando ví el paquete de IKEA y, sobre todo, LEI LAS INSTRUCCIONES, me dije: Susana, si con esto no te sale, cuelga el gorro de panadero...

Así que esta semana me animé a hacerlo...

Sólo hay que calentar agua: 600 ml.

Se agita antes el envase sin abrir, para redistribuir bien las semillas entre la harina...

Se abre el tetra brick por un lateral, con cuidado, que hay que volver a cerrarlo.

Se vierte el agua, cerramos y agitamos durante 45 segundos.

Ahora, vertemos la masa sobre un molde de cake, y dejamos reposar 45 minutos, para que fermente.

La verdad es que la masa, antes de hornear, parece una mezcla de chocolatinas derretidas....

Pasado ese tiempo, lo introducimos en el horno, una hora a 200ºC.

Lo sacamos y lo dejamos enfriar para poderlo desmoldar con mayor facilidad.

Et voilá!! Ya tenemos nuestro pan hecho en casa!!

Como veis es un pan oscuro, con muchísimas semillas y un puntito salado.

No a todo el mundo le gusta (a Rafa, por ejemplo, no...). Pero a mi me encanta...

Para desayunar está buenísimo, con aceite y sal, con mantequilla, con mermelada de naranjas amargas (la favorita de mi hermana).

Pero para tomar algo por la noche... Un poco de queso fresco o blanco por encima, y una loncha de salmón ahumado... Se añade una pizca de eneldo... ¡¡Hmmm!! ¡¡Riquísimo!!

Un par de recomendaciones por si os animáis a hacerlo...

- Por un lado, a mi los 600 ml. de agua me vinieron un poco cortos, ya que después de agitar la mezcla quedó algo de harina en la parte de abajo totalmente seca; si os pasa lo mismo, le añadís agua caliente poco a poco a lo que os quede, para incorporarlo con el resto.

- Una vez cocido, el pan se pega un poco al molde. Con un cuchillo es muy fácil despegarlo, pero si queréis, podéis extender un poco de aceite de oliva, que además le dará un toque muy original

¡Y nada más!

¡¡Besitos!!