COOKIES CON PEPITAS DE CHOCOLATE

Jueves, 12 de septiembre. Dulce Nombre de María...

Pues sí, el santo de mi hermana y mi sobrina, además del cumpleaños de cuñado... (y el santo de nuestra ahijada...). Total, toda las familia en el mismo lote.

Si a eso se une que la peque este verano descubrió las clásicas cookies americanas, pues ya está todo resuelto.

Preparamos masa, calentamos horno, y hacemos las deseadas galletitas...

Hacía años que no hacía Cookies Americanas, así que me encontraba un poco desentrenada. Además, no encontré la receta que había utilizado otras veces, y utilicé otra que tenía pendiente...

Pero al final han salido muy ricas y ligeras...

Os cuento cómo las he hecho.

En primer lugar, batimos la mantequilla hasta blanquearla un poco. Debe haberse sacado un rato antes de la nevera, para que esté en el punto de pomada.

Añadimos el azúcar, tres cucharadas de azúcar blanco y tres del moreno. Y seguimos batiendo.

Una cucharada de azúcar vainillado y batimos.

Añadimos el huevo, mezclamos bien.

Por último, vertemos la harina, mezclada con la levadura, la sal y tamizado todo junto. Esta vez no he utilizado harina integral porque es un poco más difícil de digerir para un sistema digestivo de 2 años y 2 meses...

Cuando la masa está bien homogénea...

... incorporamos el toque final: las pepitas de chocolate. Yo he añadido las de chocolate negro, pero se puede hacer con chocolate con leche, o blanco, o mezcladas...

Ahora, sobre una bandeja de horno engrasada o con papel de horno por encima, colocamos montoncitos de masa.

Para que me salieran todos más o menos iguales, utilicé una cucharita de medir: 1/2 cucharada cada galleta.

Introducimos en el horno previamente calentado, unos 12 minutos a 180ºC.

Cuando empiecen a ponerse los bordes doraditos, sacamos, dejamos enfriar en rejilla.

Hice una segunda hornada, para que me quedaran todavía más pequeñas. Esta vez utilizando el medidor 1/2 cucharadita.

Pero la masa se extiende al calentarse, pierden grosor y no se nota mucha diferencia en el tamaño, como podéis ver en esta foto (las más pequeñas están delante...)

Finalmente, cuando se han enfriado suficientemente, las podemos guardar en un recipiente hermético, donde se conservan bien durante varias semanas.

¡Y eso es todo!

A María le encantaron. Se tomó dos o tres para merendar.

Quedan bastante ligeras, porque otras recetas que tenía tienen más cantidad de mantequilla y de azúcar proporcionalmente.

Para la próxima, creo que voy a utilizar algunos trocitos de frutos secos, y a lo mejor, de arándanos secos...

¿Cómo las haríais vosotros?

¡¡Besitos!!