No sé a vosotros, pero a mi me da muchísima pena tirar comida. Sobre todo, por la cantidad de personas que pasan hambre cada día, y cada vez más cerca de nosotros...
Por eso invento cualquier cosa con tal de aprovechar las sobras o, como en este caso, lo que está a punto de caducar.
En casa, cuando llega la época en que van acabando las naranjas buenas (en Córdoba tenemos las de la zona de Palma del Río, que son dulces y muy jugosas), como ahora, de vez en cuando compramos zumo de naranja exprimido. Sí, de los que venden en los refrigerados del súper....
Al no llevar conservantes ni colorantes, hay que tomárselo en dos o tres días.
Si te pilla una semana más liada, que paras menos por casa, que se te olvida que has abierto el zumo.... Se echa a perder en un pis-pás.
El otro día nos pasó eso. Una pena, porque quedaba medio litro de zumo, todavía en fecha, pero tampoco era cuestión de ponerse una a bebérselo como loca... Así que había que reutilizarlo... Pero, ¿cómo?
Entonces me acordé de las hojas de gelatina que tengo en la despensa... Y pensé que de esta manera podía aguantar un par de días más...
A leer las instrucciones de uso de la gelatina, y a preparar la merienda fresquita de mañana...
Como veréis no tiene ningún misterio.
Sólo hay que medir la cantidad de zumo que tenemos para en base a ésta calcular la gelatina necesaria.
Ponemos en remojo las hojas de gelatina el tiempo que nos indique el paquete (unos 10 minutos).
Mientras, probamos el zumo para ver si hay que endulzarlo.
Vertemos el zumo en un cazo, para que se caliente (no hace falta que hierva).
Escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos al zumo.
Removemos bien, hasta que queden bien disueltas.
Vertemos el líquido en varios recipientes pequeños (o en un molde grande para compartir).
Dejamos que se atempere un poco para poderlo meter en el frigo.
Y pasadas unas dos horas ya tenemos nuestra gelatina de zumo de naranja.
Yo la he desmoldado para tomarla en plato, como véis...
Como es lógico, se puede utilizar cualquier zumo, envasado o casero.
A excepción de la piña natural. Tiene una enzima, llamada bromelina, que evita que cuaje la gelatina. En este caso, basta con cocer la fruta para que dicha enzima quede inactiva o podemos utilizar agar-agar.
Ocurre los mismo con el kiwi (actinidina), la papaya (papaína) y los higos (ficina).
Espero que os animéis a hacerlo.
¡¡Besitos!!
Estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs
Como veréis no tiene ningún misterio.
Sólo hay que medir la cantidad de zumo que tenemos para en base a ésta calcular la gelatina necesaria.
Ponemos en remojo las hojas de gelatina el tiempo que nos indique el paquete (unos 10 minutos).
Mientras, probamos el zumo para ver si hay que endulzarlo.
Vertemos el zumo en un cazo, para que se caliente (no hace falta que hierva).
Escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos al zumo.
Removemos bien, hasta que queden bien disueltas.
Vertemos el líquido en varios recipientes pequeños (o en un molde grande para compartir).
Dejamos que se atempere un poco para poderlo meter en el frigo.
Y pasadas unas dos horas ya tenemos nuestra gelatina de zumo de naranja.
Yo la he desmoldado para tomarla en plato, como véis...
Como es lógico, se puede utilizar cualquier zumo, envasado o casero.
A excepción de la piña natural. Tiene una enzima, llamada bromelina, que evita que cuaje la gelatina. En este caso, basta con cocer la fruta para que dicha enzima quede inactiva o podemos utilizar agar-agar.
Ocurre los mismo con el kiwi (actinidina), la papaya (papaína) y los higos (ficina).
Espero que os animéis a hacerlo.
¡¡Besitos!!
Estoy enlazando esta receta a la fiesta de enlaces del blog Personalización de Blogs
Qué buena pinta! Y fresquita tiene que entrar muy bien! Eso es compatible con operación bikini? Vamos que si la gelatina engorda? No tengo ni idea! Besitos!
ResponderEliminar¡¡Jajajaja!!
EliminarCómo estamos todas con la operación bikini...
Pues la verdad es que la gelatina es estupenda para la operación bikini.
La neutra apenas tiene calorías. Depende de lo que le añadas...
No tiene grasas.
Tiene efecto saciante, y te puede quitar el gusanillo de tomarte algo dulce.
Y además es buena para los huesos y articulaciones, y mejora el aspecto de piel, uñas y pelo.
Vamos, que ya estás tardando en preparar una para la merienda de mañana... :-)
¡¡Besitos!!
Hola Susana
ResponderEliminarQue te sigo porque me ha gustado lo que he visto por ahora en el blog.
La receta la veo genial, lo que no tengo es tiempo este mes para hacerla.
Por cierto ¿por que no se te puede seguir en el blog?
Besos
Pilar
Hola Pili:
Eliminar¡¡Muchas gracias!!
Seguro que más adelante, entre puntada y puntada, podrás hacer la receta :-)
A mi me encanta también tu blog, que he conocido a través de Carmen y me parece una pasada... ¡Lo de los gemelos es genial!
En cuanto a hacerte seguidora de mi blog, ¿no te deja añadirlo a la lista de lectura de Blogger? Habrá que investigarlo...
¡¡Besitos!!
P.D.: Ya me he hecho seguidora de tu blog...