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jueves, 1 de septiembre de 2016

ENSALADA DE REMOLACHA, BERENJENA ASADA, NARANJA Y QUESO DE CABRA - RETO COCINILLAS

Con el final del mes volvemos a la carga con el Reto Cocinillas. Y esta vez, toca salado.... y ligero.



Una ENSALADA DE REMOLACHA, BERENJENA ASADA, NARANJA Y QUESO DE CABRA...

La receta original es de Lorraine Pascale, como cada mes...


Y lleva remolacha asada, pero como no la encontré cruda y me había hecho a la idea de asar verdura, le incluí la berenjena, y le quité las avellanas, para hacerla algo más ligera... 

Los ingredientes que he utilizado han sido:
- 1 remolacha cocida
- 1 berenjena
- 1 naranja
- 1 rulo de queso de cabra
- 1 bolsa de lechugas tipo "mezclum"
- romero
- Aliño: AOVE, vinagre de módena, jarabe de arce (o miel), sal y pimienta.

Lavamos y cortamos la berenjena en rodajas de unos dos centímetros, y a su vez en trozos.

Disponemos sobre una fuente de horno, con aceite y romero. Y asamos una media hora a 200ºC.


Dejamos que se atempere.

Preparamos la ensalada, mezclando los ingredientes del aliño (Lorraine lo hace metiéndolos en un tarro de cristal, cierra bien y lo agita con energía), y aderezamos y reservamos.

Por otro lado, picamos la remolacha en dados.

Pelamos la naranja a lo vivo, y reservamos los gajos. 

Y cortamos el queso en rodajas como de un centímetro.

Sobre la ensalada aliñada incorporamos la berenjena...


La remolacha...


Los gajos de naranja...


Incorporamos las rodajas de queso de cabra y a servir y comer!


Nos gustó mucho. La combinación del dulce de la remolacha con el ácido de la naranja y el punto amargo de la berenjena, en mi opinión, va muy bien. Además, la mezcla de texturas, crujiente y cremoso, templado y fresco... ¿Vamos, todo un éxito!

¿Queréis ver cómo les ha quedado la ensalada a mis compañeras de reto? Pues aquí tenéis los enlaces:

Natalia, de Sabores de Nati

Y aquí teneis la receta lista para imprimir.


¡Besitos!

viernes, 19 de febrero de 2016

QUINOA CON VERDURAS Y CURRY

Esta vez he preparado una receta con unos ingredientes exóticos, aunque cada día son más habituales en nuestra cocina: QUINOA CON VERDURAS Y CURRY


No sé si conocéis la QUINOA. A mi me la recomendaron hace unos cuantos años, así que de vez en cuando la utilizo en sustitución de arroz, principalmente en ensaladas.

La quinoa es una semilla originaria de la Cordillera de los Andes, que se puede utilizar como cereal (de hecho se utiliza muchísimo como cereal), por lo que es estupenda para los celíacos, ya que no contiene gluten. Tiene un bajo índice glucémico, por lo que se aconseja para diabéticos y regímenes de adelgazamiento, y además ayuda a controlar el nivel de colesterol en sangre (tiene, por ejemplo, omega 3 y omega 6).

Su uso es bien sencillo: se enjuaga un poco bajo el grifo y a continuación, se hierve como si fuera arroz.

Os cuento también que el curry no es una especia en sí, sino una mezcla de especias procedente de India y Sri Lanka. Normalmente lleva cúrcuma (que es la que le da el color amarillo), jengibre, cilantro, pimienta negra, comino y granos de mostaza. Ésta sería, por así decirlo, la mezcla básica, que además es suave de sabor. 

A esta mezcla básica se le pueden añadir guindillas, chiles (que darían lugar a los currys picantes), canela, nuez moscada...

Se puede decir que la mezcla depende de cada familia...

Como curiosidad, deciros que el curry en origen no lleva sal ni cardamomo, pero en las versiones europeas muchas veces se pueden encontrar.

La mezcla de especias hace que se estimulen los jugos gástricos y biliares, por lo que favorece la digestión. En los casos que lleva especias picantes, tiene efecto antiséptico

Pero vamos con la receta...

Vamos a necesitar (para 4 personas):
-  1 y 1/2 tazas de quinoa
- 1/2 cebolla mediana
- 1 diente de ajo
- 1 zanahoria más bien grande
- varias ramitas de brócoli
- 2 ó 3 cucharaditas de curry
- aceite, sal y pimienta

Colocamos la quinoa en un colador y enjuagamos un poco bajo el grifo.

Ponemos agua a hervir, con un pellizco de sal, e incorporamos la quinoa. Dejamos entre 12 y 15 minutos.

Por otro lado, picamos la cebolla y el ajo y sofreímos con aceite de oliva en una sartén. 

Cuando empiece a estar transparente la cebolla, incorporamos la zanahoria, picada en brunoise, y varias "ramitas" de brócoli


Mientras, habrá terminado de hacerse la quinoa, así que escurrimos bajo el grifo y reservamos.


Pasados unos 10 minutos (en casa gusta que la verdura quede un poco "al dente") incorporamos la quinoa.


Añadimos un poco de pimienta negra recién molida y para terminar, añadimos el curry, dos o tres cucharaditas, según el gusto de cada uno.


Removemos un poco y servimos. Si queremos que quede más especial, podemos utilizar un aro...


Levantamos con cuidado, y a comer!!


¿Os apetece? Os dejo la receta lista para imprimir.


Con este post además participo en el Reto Recetas Sanas de facilisimo.com



¡Besitos!

lunes, 17 de junio de 2013

PIRULETAS DE PARMESANO

Este fin de semana pasado tuvimos una celebración especial en la familia: la pedida de la hermana de Rafa. Y nuestra pequeña aportación a la cena fueron PIRULETAS DE PARMESANO.


Sinceramente, tenía muchas ganas de hacerlas. Aunque hace ya cuatro o cinco años que hice mi primera incursión con el queso rallado horneado (unas chips de queso Idiazábal que salieron riquísimas), la aventura de ponerles un palito y que al ponerlas derechas no se caigan....

Pero mejor os cuento paso a paso cómo me ha ido.

Lo primero los ingredientes:


Con 250 gr. de queso salen una 20 piruletas.

Una de mis recomendaciones es rallar el queso en casa, ya que el que se vende rallado ha perdido volumen y es menos esponjoso.


Sobre la bandeja de horno, ponemos una hoja de papel vegetal especial para hornear. 


Colocamos un aro de cocina y vertemos el queso rallado con una cuchara. Para que quede bien extendido, yo he utilizado un pincel de silicona.


Levantamos el aro y colocamos un palito. Presionamos con suavidad y ponemos un pellizco de queso sobre la parte del palo que queda dentro de nuestra piruleta.


Hacemos lo mismo varias veces. A mi me han cabido tres en la parte superior y dos en la inferior, colocadas cabeza abajo...


Introducimos la bandeja en el horno con mucho cuidado, para no deshacer la forma de las piruletas.


El horno habrá estado precalentándose, a unos 200ºC.

Horneamos a unos 180ºC, durante 5 minutos.

Las sacamos cuando el queso esté totalmente derretido e hirviendo (al hacer burbujas es cuando se forman los "agujeritos" que le dan ese aspecto final a la piruleta). También conviene que suban un pelín el tono, ya que así quedarán más crujientes.


Ahora, con cuidado para no quemarnos, sacamos el papel de horno con las piruletas derretidas para ponerlo sobre una superficie fría. De este forma comenzarán a solidificarse para, pasados unos minutos, despegarlas y ponerlas de pie.



Aunque se trata de una receta muy sencilla, hay que estar muy pendiente de varias cosillas:

1) El papel de horno que mejor va es el vegetal. Yo utilicé éste y otro que tengo como encerado. En el encerado, la tercera hornada salió más floja. Y es que al derretirse este queso suelta mucha grasa, y el papel vegetal la absorbe  mejor. Tampoco está de más pasarle una hoja de papel de cocina para quitar el exceso de grasa (al papel vegetal; con el otro, ni esto me funcionó...)

2) El tiempo de horneado depende del horno, de la bandeja de hornear (yo utilicé dos y en una tardaban un minuto menos en hacerse...) y, por supuesto, del grosor de las piruletas. Así que los 5 minutos son orientativos, aunque hay que vigilar, que 10 segundos de más y nos podemos quedar sin aperitivo...

3) Al ponerlas de pie no lo hagáis directamente donde las vayáis a presentar o servir. El Parmesano es un queso muy graso, así que van a soltar grasa. Yo las coloqué en un corcho, sobre una servilleta que recogiese esta grasa.



4) Se mantienen hasta dos día crujientes dejándolas al aire.

Bueno, pues yo creo que esto es todo.

Animaos a hacerlas, que es muy sencillo y están riquísimas.

¡¡Besitos!!

martes, 23 de abril de 2013

BATIDO DE FRESAS

Domingo por la tarde.

Después de un fin de semana ajetreado.

Treinta y pico grados y seguimos sólo en Abril...

Solución: salir a la terraza con un buen libro o el periódico del día, y disfrutar de algo fresquito, sano y casero...

Un buen batido de fresas


Se tarda sólo 5 minutos (o menos) en hacerlo.

Nosotros sólo hemos utilizado fresas y leche. El yogur le da cuerpo pero nos apetecía algo ligero. Y con lo dulces que están las fresas, ni azúcar ni nada... (bueno, una poquita para escarchar el borde del vaso...)



En cuanto a las cantidades, creo que en las frutas depende un poco del grado de madurez de ésta (y de lo espeso que os apetezca el batido). Pero en términos generales, le aplico la misma cantidad de leche que de fruta. Esta vez van 200 ml. de leche y 200 gr. de fresas.

Le quitamos los rabitos a las fresas y las partimos en dos o cuatro trozos (según el tamaño).


Al vaso de la batidora, con la leche. Trituramos.

Y de aquí, al vaso en el que nos la vamos a tomar...


Por si hay alguien que no sepa escarchar los vasos, aquí van las explicaciones:

1. Humedecer el borde del vaso. Se puede utilizar desde agua simple, coloreada (con colorante alimenticio), licores, bebidas sin alcohol pero de colores (para niños, granadina, kiwi....). Yo he pasado un trozo de fresa por el borde, lo que dejó el azúcar de un rosa muy, muy clarito (tanto que ni se aprecia en la foto...). Lo más fácil el verter el líquido en un plato hondo e introducir el borde del vado hasta la altura que queramos escarchar.

2. En otro plato, tendremos azúcar. Aquí introducimos el borde del vaso después de humedecerlo.

3. Esperar cinco minutos a que se seque. Verter la bebida. Disfrutar...

Ahora que está cerca el verano, espero que este batido os ayude a que disfrutéis de muchas tardes y noches...

¡¡Besitos!!

viernes, 18 de enero de 2013

GALLETAS SIN GLUTEN Y SIN HUEVO

Pues sí, como publiqué hace ya unos días, había recibido un encargo para un cumpleaños de una niña que hoy cumple 5 añitos....

Eso sí, el encargo tenía unas especificaciones muy concretas:
- Condición sine qua non:  que el gluten no aparezca por ningún sitio...
- Condición ad hoc: que algunas galletas no llevaran huevo para que una amiguita de Clara las pudiera tomar....

Entonces me puse a pensar en esa niña que sólo se iba a poder tomar las galletas que le dijeran.... ¿Y si se equivocaba? ¿Y si se comía las que no eran? ¿Y si yo las hacía todas sin huevo? 

Pues eso, que las hice todas sin gluten y sin huevo.

Por supuesto, para esta tarea conté con la ayuda de la supermami de Clara, quien me daba indicaciones sobre algunos ingredientes, como la harina de arroz, que en algunas marcas puede llevar trazas de otros cereales.... Así que ella hizo la harina de arroz (¡muchas gracias!) con su Thermomix TM, y también hizo azúcar glas coloreado a partir del carbón de azúcar apto para celíacos que Sus Majestades dejaron el día de Reyes en su casa....

Así que una vez instruida sobre la materia, me puse manos a la obra.

Lo primero, comprobar los ingredientes:


Lo siguiente, mezclar la mantequilla, que tiene que estar a temperatura ambiente (o un poquito más, porque con el frío que hace estos días...), con el azúcar glas. Mezclar las dos harinas, tamizar e ir incorporando poco a poco a la mezcla anterior. Incorporar la leche cuando os la vaya pidiendo la masa. Y por último, media cucharadita de sal.

Envolver en papel film y dejar reposar en frío al menos una hora.


Yo dejé reposar la masa una noche, que normalmente me viene funcionando muy bien para hacer galletas.


Al sacar la masa para estirarla, en este caso, al no llevar huevo, se suelta mucho y parece que se te va a deshacer completamente. Pero no entréis en pánico (aunque yo entré...) porque tras amasar un poquito a mano, la textura se vuelve a ligar y vuelve a ser más manejable.

A partir de aquí, lo de siempre.... Estirar la masa, recortar y meter al horno. En este caso entre 12 y 15 minutos a 170ºC.



Una vez se han enfriado, decoramos al gusto. En esta ocasión, las estrellas iban con azúcar glas, los corazones con chocolate fondant y las mariposas con azúcar glas gris y blanca (al final, de color rosa...¡nada de nada!).



Sí hay que tener mucho cuidado al manipular las galletas porque al no llevar huevo, la masa queda bastante frágil y se pueden romper (doy fe de que, de hecho, se rompen...). Esta misma receta la había hecho antes pero con un huevo (en lugar de leche) y se nota bastante diferencia en este sentido.

Pero están muy buenas y, sobre todo, ligeras. 

Y ya está todo...


La próxima de galletas será para el bautizo de la sobrina de mi querida Sor Pastelito

Bueno, y para quien prefiera la receta en gramos...


¡¡Besitos!!


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