SOPA DE CEBOLLA

Seguramente si os digo que tengo un "cebollón" vais a pensar que qué hago escribiendo en semejante estado...

Pero si luego veis la foto... pues la cosa cambia...

Ojo a la diferencia de tamaño entre la bolsita de té y la cebolla... ;-D

Y es que unos familiares nos han regalado "tremendas" cebollas de su huerto (¡Bendito huerto!). Mirad que apretaditas por dentro...

En cualquier caso, una vez visto el tamaño de la verdura en cuestión, nadie se va a asombrar de que con una sola cebolla haga sopa para seis personas...

Pero vamos a dejarnos de tonterías, y vamos a lo que vamos. 

Primero los ingredientes:

- 6 cebollas medianas (o 3 grandes)

- 50 gr. de mantequilla, y un buen chorreón de aceite (oliva virgen extra, por supuesto...) o 100 gr. de mantequilla.

- unas rebanadas de pan del día anterior

- queso Gruyere

- sal y pimienta

- caldo de pollo o agua

Comenzamos picando la cebolla.

Calentamos la mantequilla en la olla. Es verdad que la mantequilla le da una cremosidad que nunca va a dar el aceite. Y esta receta, de origen francés, va sólo con mantequilla. Pero si no queréis renunciar al sabor del aceite, podéis poner mitad y mitad, o sólo aceite.

Dejamos que la cebolla se ponga floja, y casi transparente. Yo la dejo como unos 25 ó 30 minutos a fuego medio-bajo.

A continuación, añadimos el caldo o agua. Aquí depende de si queréis más sopa-sopa, o una cosa semi. Para seis personas yo le echo casi un litro.

Subimos la temperatura del fuego hasta llevarlo a ebullición, y volvemos a bajar a fuego medio-alto.

Pasados unos 20 minutos tenemos nuestra sopa preparada.

Mientras, habremos cortado el pan del día anterior en rebanaditas.

Repartimos la sopa de cebolla entre seis cuencos.

Rallamos parte del queso sobre cada uno, colocamos las rebanaditas de pan y volvemos a rallar más queso.

Introducimos en el horno, puesto en función gratinador. Esperamos unos cinco minutos, estando pendientes porque la diferencia entre un dorado precioso y un negro requetechamuscado son sólo unos segundos...

Sacamos con cuidado del horno y servimos.

¿A que es facilita?

¿Y a que apetece con este frío un montón?

Pues nada, si os animáis a hacerla me decís cómo os sale, o si la hacéis de un modo diferente.

¡¡Besitos!!