viernes, 7 de marzo de 2014

DIY - INDIVIDUALES SILUETA MENAJE

Como he comentado alguna vez, me da pena tirar cosas que pueden ser útiles, aunque esa utilidad no se vea en el momento, sino años después...

Pues eso exactamente es lo que me ha pasado con los individuales que os traigo hoy.


Veréis, hace tres años me operaron de la mandíbula. Tuve que estar con la boca "sellada" 40 días (y 40 noches...).

Así que familia y amigos, para animarme en esta etapa (que no recuerdo que fuese tan dura, la verdad, a pesar de ser tan charlatana y no poder hablar casi nada...) me enviaron flores, muchísimas flores. Porque me encantan las flores.

Y aunque parezca una tontería, cuando ya me encontré un poquito mejor, ponerme a cuidarlas, podarlas, regarlas, trasplantarlas... Me encantaba...

Bueno, el caso es que unos de esos centros, con unas hortensias preciosas, venía envuelto con tela de arpillera marrón, y me daba muchísima pena tirarla, así que la lavé y la guardé con mucho mimo (ante la mirada de "no tienes remedio" de mi marido) para cuando fuera útil... 

Pues bien, ¡¡ha llegado el día!!

Esa arpillera en tonos marrones (porque he de admitir que al lavarla hizo un poco de "aguas" el color) monísima, destinada a llenarse del barro y del agua de riego de las macetas ha pasado a ser digna de vestir mesas...

Os cuento cómo lo he hecho. En primer lugar los materiales que he utilizado:


- Tela con trama gruesa, como esta arpillera. La medida dependerá de la medida que le queráis dar a vuestros individuales. Yo he hecho manteles de  46x36  cm, más 2 cm. para los dobladillos, por lo que con 40 cm. de tela hay suficiente.
- Cinta de raso. Para las siluetas que yo he marcado, hacen falta 3,75 cm. en cada individual.
- Aguja de lana y aguja de coser.
- Alfileres.
- Tijeras. 
- Hilos. Uno en el color de la tela y otro en el color de cada cinta que empleemos (para rematar).
- Plantillas con la silueta del menaje (abajo tenéis un enlace por si queréis utilizar las mismas que yo).

Comenzamos cortando a la medida que queramos o nos venga bien.  Lo bueno de esta tela es que al tener la trama tan gruesa es muy fácil cortar recto (se nota que no soy muy costurera yo, ¿verdad?).

Hacemos los dobladillos. Los marcamos antes con la plancha siguiendo la trama, cosemos y de momento ya tenemos mantel individual...


El siguiente punto es marcar sobre el mantel lo que vamos a "bordar". Como habéis visto en la foto del principio, yo me he decidido por el servicio de la mesa: plato, cubiertos y vasos. Los coloqué sobre unos folios que tenía para reutilizar, de ahí que se vean regulines. Además, antes de hacer ninguna foto, probé a hacer del todo uno de los dos manteles, por lo que podéis ver en las plantillas la marca de los alfileres también.

Presentamos las plantillas sobre el individual hasta que queden como más nos guste, y fijamos con alfileres.


Recomiendo fijar con alfileres lo máximo posible porque al pasar la aguja se nos va a mover mucho la tela. Así que los círculos bien sujetos en todo su diámetro, y los cubiertos con tres o cuatro alfileres.


Enhebramos el lazo en la aguja de lana. Otra opción que puede quedar bien mona es utilizar cordón de seda... Yo he reutilizado cintas de raso en amarillo y en verde, más o menos los tonos del office.

Vamos siguiendo el contorno de las plantillas, con paciencia e intentando que las puntadas queden más o menos iguales.

Cuando terminemos, nos quedará la parte de atrás así...


Sólo hay que coger cada extremo del lazo, doblar sobre sí mismo y con hilo del mismo color de la cinta, coser al reverso de la tela. Hay que vigilar que no asome por el otro lado, aunque no debe, ya que la parte que no tiene cinta en el revés es donde se ve la cinta en el derecho.


Una vez hayamos rematado, ya tenemos nuestro mantel listo.

Sólo queda utilizarlo.


Por si alguien se anima a hacerlos, os dejo la plantilla (pasada a limpio...):

Primero el plato:



Y aquí el vaso y los cubiertos:


Este DIY participa en la Fiesta de Enlaces de las #diogeneras.

Pinchad y así podréis ver las `propuestas del resto de participantes.

¡¡besitos!!

martes, 4 de marzo de 2014

PANNACOTTA DE ARROZ CON LECHE

El último fin de semana de febrero, Rafa cumplió 40 años. Y lo celebramos en casa con toda la familia.

No fue un cumpleaños sorpresa, porque Rafa tenía muchísimas ganas de organizar algo. Así que entre los dos empezamos a pensar recetas, algunas nuevas y otras ya "dominadas".

Así que os enseñaré algunas de las cosas que hicimos, pero comenzando por el postre...

Llevaba tiempo con una receta anotada: PANNACOTTA DE ARROZ CON LECHE.



Hace unos años Rafa me regaló una colección de libros sobre comida italiana, y en el dedicado a los postres explicaban cómo hacer la Panna Cotta, o crema cocida, un postre típico de la Toscana. Como es tan sencilla, la he hecho muchas veces, acompañada de salsa de frutos rojos.

Pero era hora de probar algo diferente, así que preparé los ingredientes:



- 125 gr. arroz con leche
- 100 ml. nata
- 250 ml. leche
- 4 hojas de gelatina
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 rama de canela
- canela en polvo para decorar

En primer lugar, ponemos las hojas de gelatina a remojo, en agua a temperatura ambiente.



Mientras se hidratan, en un cazo, calentamos la nata con el azúcar y con la rama de canela.



Trituramos el arroz con leche, para que quede bien fino.

Mezclamos el puré de arroz con leche con los 250 ml. de leche.

Escurrimos las hojas de gelatina y añadimos a la nata.



Cuando estén bien disueltas, se añade la nata a la mezcla de arroz con leche (retirada la rama de canela), y se tritura todo junto otra vez.



Y ahora, en lugar de verterlo en flaneras individuales o una grande, utilicé unos moldes para cubitos de hielo.


Hay que vigilar que la mezcla no se salga de cada cubito, ya que si se han unido varios a la hora de desmoldar  se pueden romper, perdiendo la forma que estamos buscando.



Como la leche y el arroz estaban a temperatura ambiente, y la nata no ha hervido, podemos meter las cubiteras en el frigo para que solidifique bien sin necesidad de esperar a que se atempere.

Hay que dejar transcurrir al menos hora y media.

A la hora de servir, se pueden poner en una fuente, o bien en una copa de Martini. Se espolvorean con canela en polvo un poco, y listos para ser comidos.



Espero que os animéis a hacerla, que como veis, es fácil y muy resultona.
¡¡Besitos!!

viernes, 28 de febrero de 2014

TARTA TATIN DE TOMATE CHERRY Y ALBAHACA - RETO COCINILLAS FEBRERO

Fin de mes, y nuevo Reto Cocinillas...

Este mes toca reto salado: Tarta Tatín de Tomate Cherry y Albahaca


Para ponernos un poco al día sobre el origen de esta original tarta tenemos que irnos a Francia, al Hotel Tatin, donde se dice que se creó por accidente.
El hotel era regentado por dos hermanas, Stéphanie y Caroline Tatin. La historia más aceptada es que un despiste de la primera hizo que se cocinaran más de la cuenta las manzanas (para hacer una tarta de manzana tradicional), y para no desperdiciarlas le pusieron la pasta encima y la hornearon, y después le dieron vuelta con cuidado, dando lugar a esta variante tan conocida en la cocina francesa.
De ahí que la receta original lleve manzana.

Pero en esta ocasión, nuestra chef favorita, Lorraine Pascale, hace una versión salada, con tomate cherry y albahaca.


Para hacerla necesitaréis:
- 500 gr. hojaldre preparado
- 40  tomates cherry
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- un pellizco de sal marina
- pimienta negra recién molida
- 2 cucharaditas de miel
- 2 cucharaditas de pan rallado
- harina para trabajar la masa
- huevo batido, para pintar el hojaldre
- un manojito de albahaca fresca
         
Lorraine utiliza una sartén apta para horno. Al no contar yo con una de ese tipo, utilizo primero sartén y luego fuente de horno...

Como la hice sólo para dos, en las fotos veréis que utilizo la mitad o menos de los ingredientes...

Precalentamos el horno a 200ºC

Salteamos los tomatitos en dos cucharadas de aceite de oliva virgen. Añadimos una pizca de sal, pimienta, miel y pan rallado.

He de confesar que me despisté y no utilicé ni pan rallado ni miel... Como variación, le añadí un poco de orégano, que le da un punto muy bueno al tomate.


Sólo se saltean unos dos minutos o así, lo justo para extender la masa de hojaldre sobre una superficie enharinada y marcar el molde que vayamos a utilizar.


Si contamos con un sartén apta para horno, este paso lo haremos antes de saltear los tomates.

Ahora vertemos los tomates en el molde. Yo he utilizado uno pequeñito desmontable...


Y colocamos encima el hojaldre.


Pintamos con huevo batido. Aunque no se va a ver, ya que al servirla se le dará la vuelta a la tarta y el hojaldre quedará debajo, Lorraine recomienda hacerlo para que le dé un punto crujiente extra.



Y al horno. Entre 15 y 20 minutos.

Mientras podemos preparar una ensalada simple, y unos quesos, jamón... que le van muy bien a este plato.

Y sacamos nuestra tarta tatin del horno


Cuando saquemos la tarta del horno, hay que tener en cuenta que el tomate suelta jugo, así que antes de emplatar es conveniente dejar que salga, con cuidado de no quemarnos con el molde.


Para servir, colocamos un plato encima y damos la vuelta rápidamente, de forma que el hojaldre quede como base.

Se le echan unas gotitas de aceite por encima a los tomates, y albahaca. Pero... la maceta de albahaca que teníamos en casa no superó el invierno; en el vivero nos dijeron que hasta marzo no las traerán; y en el super no la vendían fresa... Así que al final decidí picarle un poco de cebollino, para darle un toque verde.

Y ya está lista para comer.



Una vez hecha y consumida, nos ha encantado. Es sencillísima de hacer, y muy ligera a la hora de comer. También es verdad que la capa de hojaldre que yo puse es más fina que la que utiliza Lorraine Pascale.

Como cada persona le da su punto, aquí os dejo el resto de blogs participantes:

Victoria, de Hoy Cocina Vivi
Teresa, de Aurea's Kitchen

¿Os animáis a hacerla?
¡¡Besitos!!

miércoles, 26 de febrero de 2014

UN CORAZON HANDMADE - DESAFIO LOVE CRAFT FEBRERO

Vuelve el último miércoles del mes, y con él, el Desafío Love Craft.

Como no podía ser de otra manera, siendo febrero el "mes del amor", María, de La Cajita de Música, y Bea, de Coleccionando Cosas Bonitas nos proponen hacer un corazón.

Cuando salió el reto no tenía ni idea de qué hacer. Pero pasados los días, y animada por el cambio de color en la pared del office, pensé que en hacer algo para la habitación... Al dar un color a la pared menos sutil que el que teníamos antes, los muebles (en color hueso) han cobrado nueva vida. Y creo que el vajillero, en esquina, tenía el sitio ideal para colgar un corazón pequeño...



Así que con unos retales que tenía guardados para cuando llegase la ocasión me puse manos a la obra.

Lo primero, hacer una plantilla de cartulina. La mejor manera, pintar medio corazón, doblar por la mitad y así sacar el otro medio.

Fijamos la plantilla de cartulina sobre la tela (en este caso arpillera) con alfileres. En lugar de cortar, he cosido siguiendo la forma del corazón, hasta dejar un lado abierto para introducir el relleno. Y ahora sí que corto la tela sobrante alrededor de la costura.



Con la misma plantilla he cortado tres corazones de goma espuma.



Antes de dar la vuelta, como la trama es gruesa, con una aguja de lana he fijado un poco de baker's twine para luego poder colgar el corazón.



Volvemos del derecho, metemos el relleno y cerramos con puntadas invisibles.



Para la parte de fuera tenía duda entre dos telas (telas con las que tengo decorada la habitación). La de florecitas era la que pensaba utilizar desde un principio, pero al ir el diseño tan separado quedaba muy soso... Así que me quedé con la de cuadros, que si miráis ahora la cabecera del blog diréis "Ya sé de qué me sonaba a mi esta tela..."



Corté a la medida, fijé primero con un hilván, para terminar fijando con puntadas en el mismo color de las de la tela, ya que ésta lleva un dibujo de pespuntes en verde que yo seguí con mi hilo...



Y ya está terminado.

Como seguro que os habéis quedado con ganas de ver más corazones, pinchad en la imagen o aquí y veréis los que han hecho el resto de participantes...



¡¡Besitos!!

lunes, 17 de febrero de 2014

PASTA CON TOMATE Y BECHAMEL AL HORNO

Hace como un mes estaba recordando con mi madre cómo cuando mis primos eran pequeños y venían a comer a casa preparaba para comer macarrones al horno, con salsa de tomate y bechamel, y lo buenos que estaban...

Imaginaos, si en casa a la hora de comer éramos sólo cuatro, el día que venían mis primos pasábamos casi al doble, y la fuente que preparaba mi madre era... Inmensa... 

El caso es que hace unos días, cuando iba a preparar la Sopa de Cebolla que os enseñaba aquí, vinieron unos señores a revisar una avería de la que no tenía ni idea... Tuve que llamar al administrador, esperar a que me llamara él, bajar al trastero, subir, bajar... Bueno, ya os imagináis más o menos... 

Perdí un tiempo precioso para que mi cebolla quedase estofadita a fuego lento.

Cambio de planes, o de menú... A ver, algo rápido y que tenga en la casa... ¡¡Y zas!! Se me vino a la cabeza la pasta de mi madre...


INGREDIENTES:
- pasta corta (tipo macarrones)
- salsa de tomate
una lata de atún en aceite de oliva (para dos personas)
- harina
- leche
- aceite de oliva
- sal
- pimienta
- nuez moscada
- pimienta
- queso para gratinar

Primero, hervimos la pasta en agua con sal. Los macarrones van muy bien. Como vereis en las fotos, yo utilicé otro tipo de pasta, pero también cortita y cilíndrica.

Mientras, hacemos una bechamel. Para hacerla, primero pongo en el cazo aceite de oliva, y cuando está caliente, la harina, removiendo con unas varillas de madera. Luego añado la leche, y de esta forma nunca me salen grumos... Sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.


Reservamos.

Cuando la pasta está, escurrimos y enfriamos bajo el grifo, para cortar la cocción.


Vertemos una poca de salsa de tomate en el fondo de la fuente que vayamos a utilizar.


Mi madre siempre utiliza una salsa de tomate hecha por ella, con cebollita. Y doraba ternera picadita y la mezclaba con la salsa.

Como yo estaba en una "emergencia", utilicé tomate frito envasado, y en lugar de carne picada, una lata de atún en aceite de oliva.

El atún lo doré un pelín en su propio aceite...



Añadí el tomate y removí para que se integrara bien y se calentara. Añadí un poquito de orégano, que nos gusta mucho cuando tomamos pasta.


Ahora, yo incorporo la pasta a la olla y mezclo con la salsa.


Y a continuación, vertemos en la fuente de horno. Cerramos con la bechamel...



Este paso mi madre lo hace diferente, ya que sobre la primera capa de tomate vierte los macarrones sin salsa, luego la salsa y por último la bechamel, y queda muy bonito con las tres capas de diferentes colores.

Rallamos queso por encima. Yo he utilizado un queso semicurado de cabra, que le da un sabor muy especial. Pero utilizad el que más os guste. O gratinad sin queso, que queda también muy bueno.


Gratinamos hasta conseguir el dorado que nos guste.


Sacamos con mucho cuidado del horno y llevamos a la mesa.



Ahora sólo queda servir y disfrutar...

¿Os apetece?
¡¡Besitos!!



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